Igualdad y fraternidad: todavía somos todos españoles

Permítanme que esta noche me refiera al increible Servicio ferroviario existente entre Madrid y Cuenca. Han transcurrido un par de años desde la última vez que lo habí­a utilizado para llegar hasta Valencia en época veraniega, cuando RENFE_Alaris se queda habitualmente sin servicio ( sin plazas, para ser más exacto), especialmente los fines de semana y fiestas de guardar.

Sobreviví­ a la experiencia, y me atrevería a asegurar que en el tiempo transcurrido, ADIF/RENFE no ha gastado ni un solo ochavo en el mantenimiento de las antiguas vías analógicas. Por cierto que son lo más parecido que he visto a las retorcidas vías de la red de tranvías de la bella ciudad de Sofía (Bulgaria, sí, allá donde Simeón sigue peleando por y para su exReino), que tuve la ocasión de visitar, va para 10 años.


Si los viajeros del Metro o Cercanias madrileño tuvieran que soportar la cuarta parte de sobresaltos, descoloques, tirones,sacudidas, baches o similares, que los sufridores de la mencionada lí­nea, creo, sinceramente que ya le habrían pegado fuego al Consorcio de Transportes e incluso a alguna Sede gubernamental.

Recomendarí­a a los usuarios habituales de dicho Servicio que suscriban una póliza de vida por un importe más que elevado antes de que la Aseguradora de turno se percate del mal estado de dicho camino de hierro y triplique las cuotas. Y al Operador mencionado, único todaví­a existente y responsable, (pese a las múltiples promesas realizadas por la autoridades de turno) de no tener competencia al estilo de las compañías aéreas, que incluya en el precio del billete un seguro especial de accidentes, aunque sea baratito, porque cualquier dia van a encontrar al convoy de las 11, de las 4 o de las 6, enmedio de un sembrado o en el fondo de uno de los muchos barrancos existentes en la serraní­a conquense o valenciana.

PD: según información de primera mano, dicho Servicio va a quedar anulado en cuanto se ponga en funcionamiento el AVE, quedando solamente un Regional hasta Cuenca, como estación término, y otro desde Valencia hasta Utiel, sin conexión alguna para los habitantes o viajeros intermedios. ¡Con lo poco (comparativamente hablando se entiende) que costarí­a regenerar la vía en su actual trazado y recorrido, de cara a un viajero, turista o no, amante o necesitado de los viajes sin las prisas impuestas por la llamada Velocidad alta o viceversa, y la casi odiosa Sociedad de la Información!. Viajar en tren era un placer, según nos cuentan las crónicas. Hoy en dia se ha convertido en un martirio. Casi una maldición.

Sugeriría a quienes tienen poder politico, bien a nivel Nacional o Regional, incluso Local, que reestudien las decisiones tomadas o en curso y regresen o se incorporen a aquello de la sostenibilidad, tan de actualidad.